El valor de la palabra

Recuerdo las historias de mi abuelo cuando me contaba que en su época los contratos, las firmas y las formalidades no eran comunes, que lo que valía por sobre todas las cosas era la palabra. Me contaba que la palabra tenia un valor más allá de lo personal, se trataba del honor y el respeto por el apellido, la familia y su gente.

Con el tiempo ese valor se ha ido perdiendo, no sé si por las formalidades de la ley y por el mal actuar de algunos. Lo cierto es que pocas personas conozco para quienes su palabra valga, la mantengan y la hagan respetar.

Somo nietos de arrieros, que nos dejaron un legado de que las cosas con trabajo, amor, templanza y palabra se construyen y perduran en el tiempo. Somos descendientes que aun sin saberlo llevamos en nuestra sangre el valor de la Palabra.

Orgulloso me siento de ver como un Cafetero en este Desafío nos recuerda que su palabra como la de nuestros abuelos tiene valor y la hace respetar pese a las circunstancias del juego y a los ataques de sus compañeros de playa.

Ancizar ha mantenido firme sus promesas y convicciones sobre el juego y las ha hecho valer en sus decisiones, siendo aceptadas por muchos y criticadas por algunos. Esta actitud en mi opinión lo hace digno representante de esta tierra de arrieros y un ejemplo de nuestra raza.

Mi voto es por Ancizar porque no solo me recordó los valores que creia perdidos, sino porque demostró que con amor, sacrificio, honestidad  y convicción los sueños en la vida se pueden lograr.

El Colombiano Ejemplar

Esta semana Colombia tiene la oportunidad de elegir un Colombiano ejemplar como el ganador de Desafío 2012.

Quiero iniciar esta publicación, argumentando que es un Colombiano ejemplar, ya que muchos han llevado al extremo este modelo como un colombiano perfecto, y si fuera así difícilmente lo habría.

Un Colombiano ejemplar es aquel, que en su actuar, en su vivir y en sus años por esta tierra, ha llevado un vida digna de contar , de admirar y de seguir. Debe ser una persona que nos represente como somos, un país de gente trabajadora, honesta y honrada, que busca el bienestar para su familia por sobre todas las cosas vanidosas de este mundo.

Como colombiano me siento trabajador, emprendedor, luchador, con carisma, culto, servicial y hospitalario,  y así quiero que me representen.  Quiero ser representado por un Colombiano que vea los resultados de la vida como fruto de su trabajo y no como casualidades o fortunas de la vida que llegan mientras estamos sentados esperando a que sucedan.

Algunos Colombianos no tan ejemplares están acostumbrados a vivir de lo que hacen los otro por ellos, pero estoy seguro que la mayoría de nosotros somos diferentes, somos gente pujante, laboriosa y creemos firmemente que en la vida lo que no requiere esfuerzo no se disfruta y que de lo que sea nuestra siembra serán los frutos de nuestra cosecha.

Es por esto que antes de emitir un voto por su Colombiano ejemplar, piense que ese voto es un voto por los valores que deseamos ver en nuestra gente y en nuestros hijos, que es un voto por un Colombiano que con sus virtudes y defectos merece llevar el título de Colombiano ejemplar, honesto y trabajador como nosotros.

Mi voto es por Ancizar, porque al igual que él, el trabajo, la vida, la familia la honestidad y el mantener su palabra son las virtudes que quiero para mi Colombia.

Como Rocky Balboa

Para quienes crecimos viendo y disfrutando de la serie de películas de Rocky Balboa no podremos olvidar como terminaban sus películas. Un hombre contra las cuerdas, maltratado, herido, dolido, con la última gota de sudor en su frente y cayendo a la lona después de un certero golpe de su contrincante del que todos en la arena esperaban que no se levantara incluyendo sus propios seguidores y entrenador.

Así como Rocky Balboa estaban nuestros  Cafeteros; con hambre, golpeados, menospreciados, con las esperanzas casi extintas y con la inmensa responsabilidad de que no fuera en vano la salida de los guerreros Cafeteros. Pero al igual que en aquellas películas, un aliento casi divino, movido por la fuerza de voluntad y de corazón, logró lo inesperado, lo impensable, lo increíble........ UNA VICTORIA.

En la última prueba territorial, como si se tratase de una batalla por la vida, los Cafeteros encabezados por Ancizar (único sobreviviente del equipo original) propinaron el golpe más mortal de la fase 4 del desafío, moviendo todo el dinero de la apuesta a las arcas Cafeteras y demostrando que la #FuerzaCafetera sigue viva en sus corazones más que en sus músculos.
Los Costeños pusieron todo su talento y su fuerza para no verse sorprendidos por el rival que parecía acabado, pero aun así no pudieron evitar una victoria Cafetera, casi épica en este Desafío, como sacada del libreto de las películas del "semental Italiano".

Enviamos al rival a la lona en el penúltimo asalto de esta contienda, ahora el equipo Costeño se levantará para luchar el último Round de esta Fase 4, en donde quienes apoyamos a la Región Cafetera esperamos en el último desafío de salvación grupal, un último golpe renovado y lleno de fervor por parte de nuestros representantes que nos den la victoria y la entrada de la bandera Cafetera a la fusión.

GO CAFETEROS, LA FUSIÓN ESPERA POR NUESTRA BANDERA.

¡Orgullosamente Cafetero!.